El deterioro cognitivo que sufren las personas que padecen Alzheimer provoca una mayor dificultad para comer. Alimentar a personas con Alzheimer, supone una tarea muy difícil para los familiares o cuidadores encargados de ellos.
La pérdida de memoria va unida a la pérdida de peso que se acentúa en las personas que sufren la enfermedad. Problemas en la boca, como llagas o dientes sensibles, provocan en el enfermo la falta de apetito lo que conlleva a no comer o comer peor.
Además, la demencia les provoca no saber horarios de comida o, en muchas ocasiones, se olvidan de cocinar, en el caso de no encontrarse en un estado avanzado de la enfermedad. Sea como sea, una persona que padezca Alzheimer presenta un deterioro mental y su entorno más cercano debe prestar especial atención a su alimentación.
A continuación, veremos algunas pautas a seguir para alimentar a personas con demencia, ya que una correcta alimentación y una dieta saludable, serán claves para mejorar la calidad de vida de estas personas.
¿Cómo alimentar a una persona con Alzheimer?
- Organizar la hora de las comidas como una rutina: Procurar que las comidas se hagan a la misma hora y hacer 4 al día. Desayuno, comida, merienda y cena. También hacerlo en el mismo entorno, que esté bien iluminado y sea tranquilo para el enfermo.
- Evitar riesgos en la mesa: Utilizar cubiertos de plástico de colores diferentes para que distinga los objetos de la mesa y evitar cortes u otras heridas. Poner un babero para que no se manche y estar cerca para que no se tire la comida encima.
- Controlar a ingesta de alimento: Debemos prestar atención a los bocados ya que pueden ocasionarle atragantamiento. Si tiene problemas a la hora de masticar, procurar trocear la comida en trozos más pequeños e incluso, preparar alimentos más suaves o purés para facilitar la ingesta. Puede ocurrir que el enfermo no quiera comer, como que sienta que no ha comido y quiera seguir haciéndolo.
- Beber líquido: La persona enferma de alzheimer necesita beber alrededor de 1,5 de agua al día y otros líquidos. Suministrar agua en todas las comidas o zumos y la leche. No dar alcohol. Tanto comidas como bebidas, controlar que no estén demasiado calientes ya que pueden quemarse.
- Alimentación equilibrada: Incluir una dieta rica en nutrientes que incluya carne, pescado, huevos y lácteos, frutas y verduras, legumbres y cereales que aporten las proteínas y vitaminas necesarias para una dieta sana y equilibrada.
A medida que la enfermedad avanza se hace más complicado alimentar a la persona que padece alzheimer, ya que al deterioro cognitivo se le une el deterioro de otras capacidades. La enfermedad evoluciona en varias fases:
Fase Inicial: Las personas que la padecen pueden comer solos, pero empiezan a tener descuidos a la hora de cocinar, horarios de comida… En esta fase debemos fomentar su autonomía ayudándoles a preparar la comida, poner la mesa o lavar los platos.
Fase moderada: El enfermo necesita ayuda para comer y beber. Falta de apetito y problemas para masticar y tragar. En esta etapa se produce una disminución de la percepción de los olores y sabores, a su vez, no identificará correctamente los alimentos y tampoco será capaz de utilizar los cubiertos.
Fase severa: Dependencia total de un familiar o cuidador. No come solo y tiene mayor dificultad para tragar. Pueden aparecer problemas de estreñimiento debido a la falta de movilidad del intestino.
Seguir una serie de consejos nos ayudará a alimentar a personas con Alzheimer pero siempre será mejor consultar con un especialista que controle su estado.
