Estar envejeciendo es una cosa y hacerlo en positivo otra muy distinta. Y es que tras la jubilación o al final de una vida laboral activa parecemos perdernos.

Algunos sustituimos las obligaciones laborales por la colaboración en la crianza de los nietos. Tareas que al final nos mantienen casi todo el día ocupados y pendientes de tareas y responsabilidades.

Pero ¿y los que no tenemos nietos o no tenemos que cuidar de ellos? ¿Cómo se pasa del ajetreo laboral a una situación de “vacaciones prolongadas”?

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La sensación de la pérdida del valor social

Todos estamos deseando que lleguen las vacaciones. Y lo cierto es que nos encanta bromear con la jubilación y con todo lo que haremos llegado el momento. Pero, a la hora de la verdad, a algunos se nos olvida todo eso.

Aparece esa sensación de inutilidad que nos sabotea. Y puede que ya no estemos aportando valor, pero eso sucede porque nos encontramos en otra etapa. Una nueva y diferente con muchas cosas positivas que también debemos saber apreciar.

Ha llegado el momento de probar con nuevas aficiones ¿la pesca, el baile, tocar algún instrumento, volver a la facultad, tener animales de compañía, viajar? Necesitamos nuevos objetivos y nuevas prioridades.

Hay muchas muchísimas cosas que podemos aprender y llevar a cabo. Nuevas rutinas y también nuevas relaciones sociales. Y para eso sería interesante preparar un calendario.

Algo así como: los lunes natación por la mañana y cine por la tarde. Y cada día tener nuestras “tareas”. Ser constante para nosotros está chupado porque llevamos media vida cumpliendo con nuestras obligaciones.

Lo bueno es que ahora todas nuestras actividades son por placer.

Que cuidarse sea lo primero

A cualquier edad es importante cuidarse, por eso no hace falta decir que también a la nuestra es primordial. Las circunstancias nos han hecho apreciar la buena salud y queremos que así siga siendo.

Ya no hay excusas para no dedicar tiempo a actividades físicas. Y todos hemos visto a esos ancianos en los gimnasios tan fuertes como el vinagre. Bueno, no es necesario llegar a esos extremos, pero sí llevar una vida activa.

Ahora hay muchos parques equipados para poder ejercitarnos. Pero también están los paseos, el Yoga, el Tai Chi, la natación, el baile, el senderismo y cualquier otra actividad que te apetezca.

Si además llevas una alimentación impecable ¡no habrá quien te pare! Aunque sí que es cierto que nuestras necesidades cambian y por eso es interesante contar con especialistas que nos ayuden.

En MSoluciona Valencia Centro creemos en envejecimiento en positivo y por eso contamos solo con personal preparado y con experiencia. Así, cuando necesites ayuda, podremos ofrecerte la mejor.

Llámanos o contacta con nosotros. Estaremos encantados de atenderte.

Y recuerda que envejecer en casa no es una moda ni una tendencia. Es un derecho.