Según vamos cumpliendo años empezamos a preocuparnos por lo que nos deparará la vida. Y eso hace que nos preocupemos más por nuestros hábitos, estado de la salud y la repercusión de ambos en el futuro.
Pero no solo eso, también nos interesamos por nuestro estado de ánimo y la fuerza moral con la que afrontaremos lo que nos espera. Y ¿quién no querría ser feliz? Jubilados y con el mundo a nuestros pies ¿te gustaría que fuera así?
En ese caso, vamos a empezar desde ya a valorar lo que hacemos y cómo vivimos para conseguir ser felices a la vejez.
La edad y la felicidad
Tal y como dice Elsa Punset, nuestro cerebro no está programado para ser feliz. De hecho, le es más fácil lo contrario y parece que es entorno a los 50 cuando sentimos que tocamos fondo en esa infelicidad.
Por suerte, la Facultad de Medicina de Harvard hizo un estudio en 1938 sobre el desarrollo de los adultos. Un estudio que mantiene a los sujetos en observación hasta el día de hoy.
Y una de las afirmaciones que han extraído, tras comparar la forma de vivir durante los 20 y los 30 con décadas posteriores, son sorprendentes. Por ejemplo, saben que esa anhelada felicidad adulta empieza a fraguarse desde la juventud.
Además, es posible aprender a ser felices y trabajarlo con el tiempo, a través de ciertos hábitos. Porque existe una relación directa entre felicidad y salud o estado de salud.
Los hábitos que te aseguran una vejez feliz
Estos son los hábitos con los que desarrollarás este estado de ánimo que te permita una mejor vejez.
- El consejo más repetido en todos los listados: deja ya de fumar. Cuanto antes lo dejas, más años tendrás por delante para invertir en ser feliz.
- El alcohol con moderación y bajo vigilancia. Y es que su abuso es uno de los primeros promotores de la tristeza.
- Aprende a comer de manera saludable y practica buenos hábitos que te ayuden a mantenerte en un peso saludable.
- Mantén una vida activa y atractiva, con actividades, cosas que hacer y algún tipo de deporte que te guste.
- Aprende a afrontar los obstáculos que te pone la vida, practicando mecanismos que te funcionen. Como meditación, terapia o alguna práctica espiritual. Descubre lo que a ti te funciona y empléalo, pero evita quejarte o la evitación. Afronta el dolor.
- No dejes nunca de aprender, no importa la materia que escojas, solo estudia cosas nuevas y fomenta nuevos intereses.
- Cuida tus relaciones sociales y familiares para que sean estables. Pide perdón, practica la honradez, ayuda desinteresadamente y no dejes de crecer.
Acepta tu madurez y todo será más fácil
Hay muchas cosas que hacer, siempre y mucho por vivir. Y esta es la actitud con la que afrontar el día a día. Y que no sean los años los que te frenen cuando hay algo que te apetezca vivir.
En mSoluciona Valencia Centro trabajamos con las personas, desde el respecto y la experiencia. Y por eso esperamos que tengas una vejez feliz. Y, si alguna vez necesitas asistencia domiciliaria, estaremos aquí para hacerte la vida más fácil. Contacta con nosotros aquí.