Acompañamiento de enfermosEl ingreso clínico de un familiar o persona querida supone siempre una oleada de preocupaciones y tensiones. La estancia de uno de nuestros seres queridos en un hospital genera también dificultades que nos afectan constantemente: la dificultad de compaginar nuestra presencia en el centro hospitalario con nuestra vida laboral y nuestro trabajo diario, sería el principal de estos problemas.

Es preciso que alguien llene esos huecos de tiempo para brindarnos una solución a estas preocupaciones lógicas y normales. Y si la persona que cumple este cometido es un cuidador con formación y trayectoria, entonces resulta algo perfectamente idóneo para nuestros fines. Y es precisamente para cumplir estos propósitos, que existe un perfil profesional cada vez más solicitado: el de los cuidadores o acompañantes hospitalarios, profesionales externos que podemos contratar para que acompañen a los enfermos en estas situaciones.

Los profesionales del acompañamiento a enfermos en los hospitales son cuidadores cualificados que pueden adaptarse a cualquier exigencia horaria. Son esos acompañantes que están ahí en todo momento, incluso a las horas más tardías y extremas. De este modo, pueden garantizar una mayor seguridad en nuestro conocimiento del estado del enfermo y sus progresos. Además, con ello se previene la soledad y angustia del enfermo, que pueden llegar a tener una repercusión profundamente negativa en su salud.

¿Qué es el acompañamiento a enfermos, en qué consiste?

El servicio de acompañamiento a enfermos en un recinto hospitalario se adapta al tiempo que necesitemos, y al plazo que sea necesario, tanto si se trata sólo de unas horas, como si abarca semanas o meses.

Este servicio de acompañamiento en hospitales, además, se compone de una serie de tareas y características esenciales:

  • Se acompaña día y noche al enfermo durante el tiempo que esté ingresado.
  • El servicio se prestará por parte de acompañantes profesionales experimentados, acostumbrados ya a los turnos nocturnos y a las horas más difíciles.
  • Los profesionales cobrarán por horas, en la que resulta la forma de pago más apropiada para cubrir unas necesidades horarias específicas y que exigen adaptaciones varias.
  • Turnos de noche que pueden cubrir desde 8 hasta 12 horas.
  • Turnos de día que pueden cubrir hasta un máximo de 12 horas.
  • Los profesionales realizarán informes diarios pormenorizados de todo lo que suceda en el hospital durante el tiempo que ellos estén desempeñando su cometido de acompañamiento.
  • Apoyo en tareas de ayuda al aseo e higiene personal del enfermo.
  • Apoyo a la hora de administrar comidas y ayudar a comer al enfermo que así lo necesite.
  • Apoyo para administrar al enfermo los medicamentos que necesite y deba tomar por prescripción médica, y con la frecuencia y horarios prescritos.
  • Vigilar el estado de salud de la persona a su cargo. Al igual que las demás tareas de apoyo desempeñadas, esta deberá llevarse a cabo en colaboración con el personal hospitalario.

En el informe que ha de elaborar el profesional de acompañamiento en hospitales, deben figurar datos tales como:

  • Las tomas de temperatura y de la presión o tensión.
  • Los cambios del suero del enfermo.
  • Los fármacos que han sido administrados al enfermo.
  • Las horas de sueño del enfermo.

Como podemos apreciar, el trabajo de acompañamiento consta de varias tareas, y se trata pues de una labor compleja que requiere de una especialización y cualificación previas.

Empresas de servicios de acompañamiento 

Existen empresas encargadas de proveer de servicios de acompañamiento en hospitales. Disponen de un amplio y escogido plantel de profesionales especializados, y ofrecen estos servicios a todo el que los necesite y esté interesado en ellos. Debe tratarse de empresas autorizadas (por ejemplo, por la Consejería correspondiente de la Comunidad Autónoma en que se encuentren y presten sus servicios).

Los beneficios de contratar a un profesional del acompañamiento de enfermos en hospitales son bien claros:

  • Se trata de profesionales que conocen bien y saben poner en práctica su campo de actuación.
  • Saben desenvolverse en situaciones especiales que requieren de mayor atención al enfermo.
  • Poseen las capacidades sociales y comunicativas para afrontar las situaciones difíciles y tensas por las que se pasa al atender a un enfermo en un hospital.
  • Para lograr un trato óptimo y un acompañamiento y seguimiento de esa persona ingresada que tanto nos importa, y sin las barreras de tiempo que nos lo puedan impedir, el profesional de acompañamiento es, sin duda, la mejor opción.