El cuidado de personas mayores es una actividad que puede sobrevenir como una necesidad inevitable en algún momento de la vida. A veces, se da el caso de que nuestros mayores, al llegar a determinadas edades, necesitan ser cuidados por alguien. Lo más aconsejable es contratar a  profesionales externos para encargarse de estos cuidados.

Cuidar a alguien con paciencia y capacidad de comprensión es algo que forma parte de la cadena misma de la vida. Nosotros mismos hemos dependido de cuidados ajenos en nuestra infancia, y es posible que los necesitemos en la tercera edad.

Hay que tener en cuenta que las personas de avanzada edad son seres humanos con experiencia y conocimiento de la vida, y a menos que padezcan enfermedades muy graves o trastornos cognitivos degenerativos, lo normal es que aspiren a la autosuficiencia, a seguir valiéndose por sí mismos en la medida de lo posible. El cuidado de las personas mayores suele basarse precisamente en ayudarles, más que en ordenarles terminantemente lo que deben hacer o en estar omnipresente en todo lo que hagan. Para el cuidado de personas mayores, lo fundamental pues, es conocer los límites y necesidades de cada situación concreta y sus problemas específicos.

Cómo pedir reducción de jornada por cuidado de personas mayores

Uno de los primeros problemas que nos encontramos cuando necesitamos cuidar a nuestros mayores, es poder compaginarlo con nuestra vida laboral. Para afrontar esta situación de falta de tiempo, es para lo que existen mecanismos legales por los que podemos pedir la reducción de jornada por cuidado de personas mayores.

Así por ejemplo en la Administración Pública, si se da el caso de que seamos funcionarios, se reconoce, ya por el Real Decreto Legislativo 5/2015, de 30 de octubre, del Texto Refundido de la Ley del Estatuto Básico del Empleado Público, un régimen especial de excedencias y permisos de reducción de jornada para al cuidado de personas en situación de dependencia hasta el segundo grado de parentesco.

Pero este régimen de permisos y excedencias también se reconoce  a los empleados del sector privado según el vigente Estatuto de los Trabajadores. Es decir, que afortunadamente sí hay leyes que nos respaldan para cuidar de nuestros familiares en situación de dependencia sin que ello suponga tener que abandonar nuestra actividad laboral y profesional cotidiana y la fuente de nuestro sustento económico.

Además, debemos recordar las ayudas a la dependencia que se establecen por la Ley 39/2006, de 14 de diciembre, de Promoción de la Autonomía Personal y Atención a las personas en situación de dependencia, más conocida como “ley de dependencia”.

Alternativas que existen para el cuidado y el envejecimiento exitoso de los adultos mayores

Pero ¿qué es el cuidado de las personas mayores? Se trata de la asistencia a los mayores en sus necesidades básicas y específicas, para que envejezcan de la manera más sana posible. Hoy en día, esta actividad, que en muchos casos abarca diversas tareas complejas y requiere preparación previa, lógicamente se ha profesionalizado. Por doquier vemos cómo prolifera el empleo como cuidado de adultos mayores, e igualmente las dudas sobre las tareas que engloba y sobre qué es el cuidado de adultos mayores.

Como cuidado de personas mayores, existen desde las atenciones básicas como ayudarles a caminar cuando lo necesitan, hasta las técnicas avanzadas de terapia y cuidado diario propias de profesionales con conocimientos de enfermería así como fisioterapéuticos, gerontológicos, geriátricos, etc. La ayuda a domicilio es una opción cada vez más solicitada por aquellos que necesitan de un cuidado óptimo de personas mayores en situación de dependencia. Y es que algo tan importante es mejor que se encuentre en manos de quienes saben qué es un cuidado de personas mayores: de auténticos profesionales.