Cuidar a personas de toda índole y condición es una de las tareas más gratificantes que hay. Las dificultades llegan cuando nos enfrentamos a cosas que desconocemos, como la esclerosis múltiple o EM.
Se trata de una enfermedad que afecta al cerebro y también a la médula espinal. Por lo tanto, es el sistema nervioso central el más castigado. Y su carácter crónico y degenerativo hace que muchos pacientes terminen en una silla de ruedas.
Pero ¿qué cosas debes tener en cuenta para cuidar a alguien que padezca esclerosis múltiple?
El agua y la fibra serán tus aliados
Los especialistas recomiendan estos dos elementos a diario y en cantidad. Por eso, debes asegurarte de que durante el día beba agua en abundancia. Además de incluir variedad de alimentos ricos en fibra en su dieta.
Por lo demás, es importante cuidarse y procurar estar en el mejor estado de salud. Lo que significa que tendrás que recurrir a las frutas y verduras de temporada. Además de preparar una dieta equilibrada y saludable. Un especialista te ayudará con este y otros cometidos.
Es importante que sepas que las lesiones que esta enfermedad provoca son cambiantes. Por eso habrá días mejores y peores, para los que tendrás que prepararte. Quizás empeoren los síntomas o aparezcan migrañas. Es normal.
Mantenerse activo es uno de los mejores consejos
Dentro de las posibilidad de cada paciente es importante tener una actividad física moderada. De esta forma contribuimos a retrasar algunos de los síntomas de la enfermedad.
Algunos de los síntomas generales son la fatiga o el cansancio crónico. También los problemas de visión o los hormigueos en las extremidades. Y en ocasiones espasmos musculares, rigidez o flojera.
¿Qué podemos hacer para ayudar?
Es importante que entendamos los vaivenes de la enfermedad. Asimismo, que tratemos de ser empáticos con la persona que la padezca. Podemos encargarnos de las tareas de la casa o de cocinar.
Otro síntoma habitual podría ser el estreñimiento o unas constantes ganas de orinar.
En los casos más graves sería necesaria alguna terapia cognitiva o del habla. Y, si el paciente se encuentra en silla de ruedas, tendremos que ocuparnos de asearlo y asistirle en las rutinas diarias.
La rehabilitación muscular también ayuda a retrasar algunos síntomas o a mejorar ciertos aspectos. Por eso en ciertos momentos se recomienda acudir a un especialista en distrofia muscular.
Adaptar el entorno para facilitar la movilidad en el hogar es interesante. También tendrás que ayudar si el paciente necesita desplazarse o para administrarle la medicación diaria.
Pero no le trates como si no pudiera hacer nada. Deja que se encargue de alguna tarea doméstica, de las más livianas, por ejemplo. En caso de que no pueda seguir en activo.
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Y recuerda que envejecer en casa no es una moda ni una tendencia. Es un derecho.